FIDELIA BRINDIS.


Mujer chiapaneca, nacida a finales del siglo XIX, adelantada a su época, rompe esquemas en los roles de género dentro de la sociedad chiapaneca y en la historia de México. Pionera del feminismo en Chiapas y México, se destaca desde su adolescencia al declararse abiertamente maderista. Apoyó económicamente y con armas al Coronel Luis Espinosa cuando este luchaba en contra del régimen huertista.

Fidelia Brindis Camacho es recordada en la historia de Chiapas por ser la editora del primer periódico feminista conocido como: Altruista, fundado el 18 de julio de 1919, publicado en Tuxtla Gutiérrez; basado en el pensamiento de Víctor Hugo: “Educad a la mujer y veréis que brillantes salen los pueblos” y su lema fue: “Altruismo, ciencia y patria”. Este periódico era dirigido por Fidelia Brindis y administrado por mujeres: Florinda Lazos, secretaria y Sofía Calderón, administradora. Sus publicaciones tenían como objetivo principal la desfanatización y superación de la mujer, así como la concientización del campesino y del obrero.

En 1925 se logra en Chiapas el reconocimiento del voto femenino activo y pasivo, gracias la lucha de Fidelia Brindis y Florinda Lazos, esta última convirtiéndose en diputada local en 1926. No obstante Fidelia Brindis se convierte en la primer regidora mujer en el municipio de Ocozocoautla en 1969 y en 1970, se convierte en presidente Municipal sustituta, una vez más haciendo historia al convertirse en la primera mujer en el estado de Chiapas en ser alcaldesa.

En 1935 participó en el Frente Único Pro Derechos de la Mujer. También participó en la Convención de la Liga Pan-Americana para la elevación de la mujer; donde rindió un amplio informe como delegada por el Estado de Chiapas, un breve fragmento del mismo:

“En mi estado, como en todas partes, la mujer educada a la antigua había creído que la caridad por medio de las congragaciones religiosas era la única eficiente; esa caridad que da un mendrugo de pan, lo cual es un error, porque la verdadera caridad es la que hace desaparecer las causas de la miseria… La mujer de mi estado trabaja para bastarse a sí misma, para sostener su hogar y otras veces en compañía del esposo, pues hay que hacer constar que la mujer chiapaneca no es una carga pesada para él… No quiero abusar de vuestra indulgencia señoras, porque aún nos quedan arduos trabajos para conquistar nuestros derechos, y ojalá que los proyectos de la primera Convención de Mujeres al pasar por las cámaras, se conviertan en leyes; ojalá que nuestros esfuerzos se cristalicen en bellas realidades. Tenemos fe en el triunfo, porque el ideal con que soñamos, la causa que perseguimos es justa, es grande; la patrocinan la conciencia universal, la civilización, y más aún, está la conciencia de la mujer”